viernes, 26 de febrero de 2010

LA MARAVILLOSA DUCHA FRIO-CALIENTE

Para reactivar el riego sanguíneo y la respiracion de la piel no hay nada mejor que una buena ducha fría seguida de una caliente o al revés, caliente y fría. Esto contribuye a robustecer el organismo y aumentar sus defensas.
Es muy recomendable para las personas que permanecen sentadas durante largo tiempo, faltas de acción y movimiento, por lo que se sienten frecuentemente cansadas y sin ganas de nada, para aquellas que continuamente se quejan de tener las manos y los pies fríos, tomarse una ducha caliente seguida de otra fría de 1 a 1 1/2 minutos, frío pero breve.
Hay que enseñar al organismo a adaptarse a los cambios. El frío solamente se siente al principio. Pronto uno se acostumbra al año caliente - frió. Se convierte en un frió fundamental del aseo diario lo que beneficia enormemente al sistema vascular.

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